sábado, 17 de octubre de 2020

La permisibilidad y la voluntad de Dios

 


Dios les bendiga amados hermanos y amigos. Sea Dios bendiciendo sus vidas hoy, mañana y siempre que les permita la vida. Les saluda al igual que siempre, su hermano y amigo Paúl Torres.


Hoy quiero estar compartiendo con ustedes y estaré hablando en este tema, lo que Dios permite, y lo que es su voluntad. Hay algo que tenemos que entender, hay muchas cosas las cuales Dios las permite, y no necesariamente es que sea su voluntad, si no  que simplemente las permitió porque así le plació, Y por qué el actúa con propósitos.


Veamos algunos ejemplos:


Todos sabemos que Dios aborrece la mentira pero en este ejemplo permitió que se diera. Si usted lee todo este capítulo, se dará cuenta con que propósito Dios permitió que los profetas dijeran mentiras.


Traducción en lenguaje actual.

1 Reyes 22:1-23

Durante tres años no hubo guerra entre Siria e Israel. Pero al tercer año, Josafat que era el rey de Judá, fue a visitar a Ahab, rey de Israel. Ahab le dijo a sus oficiales: —Como ustedes saben, la ciudad de Ramot de Galaad nos pertenece. Pero ahora está en poder del rey de Siria, y no hemos hecho nada para recuperarla. Después le dijo a Josafat, rey de Judá: —¿Me ayudarías a quitarle la ciudad de Ramot de Galaad al rey de Siria? Josafat le contestó: —Tú y yo somos del mismo pueblo. Mi ejército y mis caballos están a tu disposición. Pero antes de ir a luchar, averigua si Dios está de acuerdo. Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, que eran alrededor de cuatrocientos, y les preguntó: —¿Debo atacar a Ramot de Galaad para recuperarla? Los profetas contestaron: —Atácala. Porque Dios te la va a entregar. Pero Josafat dijo: —¿No hay por acá otro profeta de Dios al que le podamos consultar? El rey de Israel le respondió: —Hay un profeta al que podemos consultar. Se llama Micaías y es hijo de Imlá. Pero yo lo odio porque nunca me anuncia cosas buenas, sino siempre malas. Josafat le dijo: —No digas eso. Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y le dijo: —Trae pronto a Micaías hijo de Imlá. Ahab y Josafat tenían puestos sus trajes reales y estaban sentados sobre sus tronos en un lugar alto, ubicado a la entrada de Samaria. En ese lugar se le quitaba la cáscara al trigo. Delante de ellos estaban todos los profetas dando mensajes. Sedequías hijo de Quenaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y gritaba: «Dios ha dicho que con estos cuernos Ahab atacará a los sirios hasta destruirlos». Todos los profetas anunciaban lo mismo, y le decían a Ahab: «Ataca a Ramot de Galaad. Vas a triunfar. Dios va a darte la ciudad». Mientras tanto, el oficial que había ido a buscar a Micaías, le dijo a éste: —Todos los profetas han anunciado que el rey Ahab vencerá. Habla tú como ellos y anuncia algo bueno para el rey. Pero Micaías le contestó: —Juro por Dios que sólo diré lo que Dios me diga. Cuando Micaías se presentó delante del rey, éste le preguntó: —Micaías, ¿debo atacar a Ramot de Galaad? Micaías le respondió: —Atácala y triunfarás. Dios te entregará la ciudad. Pero el rey le dijo: —¿Cuántas veces te he rogado que me digas la verdad de parte de Dios? Micaías contestó: —Veo a todo el pueblo de Israel desparramado por las montañas. Andan como las ovejas que no tienen pastor. Dios dijo que no tienen quién los dirija. Que cada uno vuelva a su hogar tranquilo. Entonces Ahab le dijo a Josafat: —¿No te dije que Micaías no me iba a anunciar nada bueno? Micaías dijo: —No debiste decir eso. Ahora escucha el mensaje que Dios te envía. Yo vi a Dios sentado sobre su trono. Todos los ángeles del cielo estaban de pie, unos a la derecha y otros a la izquierda. Entonces Dios preguntó quién iría a convencer a Ahab para que atacara a Ramot de Galaad y fuera vencido ahí. Unos decían una cosa y otros otra. Pero un espíritu vino delante de Dios y dijo que él iría a convencer a Ahab. Dios le preguntó cómo iba a hacerlo. El espíritu dijo que haría que los profetas dijeran mentiras. Dios le dijo que fuera, y que lograría convencer a Ahab. por lo  tanto, Dios permitió que los profetas dijeran mentiras. Dios ha decidido que en esta batalla te irá mal.



Acá miramos que apesar de Dios amaba al pueblo de Israel y le había dado muchas promesas, también había prometido estaría su presensia en el templo de Jerusalén, aún con todo y eso él permitió que Babilonia destruyera Jerusalén y mas aún su santo templo.

Esdras 5:12 [TLA]

12  Pero como nuestros antepasados hicieron enojar a Dios, él permitió que los venciera el rey Nabucodonosor de Babilonia. Ese rey destruyó este templo y envió cautivos a Babilonia a todos los habitantes de Jerusalén. 



Estos fueron solo dos ejemplos, de los tantos que encontramos en las sagradas escrituras, de lo que pasó en determinados momentos, pero que fueron acontecimientos que formaron parte de lo que él permitió, no así, lo que fue su voluntad.  La pregunta es. Cual es la voluntad de Dios? Veamos que nos dice la biblia, la palabra de Dios.


Reina-Valera 1960 

1 Pedro 4:1-2 

Buenos administradores de la gracia de Dios Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.

concupiscencia: Apetito desordenado de placeres sensuales o sexuales: se abandonó al vicio y la concupiscencia.                               Si miramos la definición de la palabra concupiscencia, nos hacemos una idea de parte de algunos aspectos en los cuales nos habla la palabra de Dios, que ya no podemos vivir practicando, más bien nos manda a hacer la voluntad de él.

David dijo a Dios que le enseñara a hacer su voluntad, por qué el estaba convencido de la voluntad de Dios.


Reina Valera 1960

Salmos 143:10

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.


Jesús dijo que no todo el que lo llama Señor, entrará en su Reino, si no el que hace la voluntad de su padre.


Reina Valera 1960

Mateo 7:21 

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.


La Biblia nos dice que para permanecer para siempre, hay que hacer la voluntad de Dios. 


Reina Valera 1960

1 Juan 2:17

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.


hermanos y amigos el asunto está en entender cuál es la voluntad de Dios, para esto vamos a ver un par de textos de los muchos que nos habla la palabra de Dios 


Reina Valera 1960

Juan 6:40

esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.


Reina Valera 1960

Gálatas 1:3-4

Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.


Reina Valera 1960

1 Tesalonicenses 4:3-5

pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios.


En resumen: La voluntad de Dios para con el ser humano es: Que se aparte del mal, que busque la santidad en él, para que tenga vida eterna.

Amigo mío, talves muchas veces has visto textos en la Biblia, en los cuales tú has pensado que Dios ha estado de acuerdo con eso eventos, un ejemplo de ellos es,  lo de las mil mujeres que tuvo Salomón, y otro ejemplo es, el  de Abraham que tuvo hijos con su esposa, y luego con la criada. en estos acontecimientos no es que Dios haya apoyado dicha situación, o que haya estado de acuerdo,  simplemente fueron cosas que formaron partes de lo que él permitió.


Hoy día, ya no está permitido ese tipo actos, por qué en ese entonces Dios las permitió con un propósito, y era multiplicar la tierra, entre otros que solo el sabe con que propósito lo permitió, en el cual nosotros no somos nadie para cuestionarlo. Hoy Dios quiere que vivas haciendo su voluntad, que busques de él,  y que te apartes del mal camino, para que te salves, y no vallas a una condenación eterna. En este día, yo te invito a buscar  a Cristo, si todavía no lo has aceptado en tu corazón, confesando tus pecados delante de los hombres, para que él te confiese delante de su padre, y delante de sus santos ángeles en aquel día. Y si ya lo hisistes, Dios te bendiga hoy y siempre, amén.