Amados amigos y hermanos en Cristo, que Dios les esté bendiciendo ricamente en este día. Les saluda su hermano en Cristo Paúl Torres. Espero este tema sea de bendición para tu vida.
En 2 Reyes 4:38 dice la palabra:
“Eliseo volvió a Gilgal cuando había una gran hambre en la tierra. y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado pon una olla grande y haz potaje para los hijos de los profetas”.
Amados, quiero que vayamos analizando punto por punto este tema. En primer lugar, miramos que en ese tiempo que Eliseo regresa a Gilgal, dice la palabra que había una grande hambre en aquella tierra del mundo de ese entonces. Al igual que hoy en día miramos mucha hambre en este mundo, y dice la palabra que no sería hambre de pan sino hambre de oír palabra de Dios, muchas veces miramos hermanos dentro de la congregación buscando palabras en determinados hermanos. Hoy en día está de moda que llegan profetas de diferentes lugares dando profecía, y hay hermanos que andan tras ellos buscando que le den una palabra. Ellos quieren escuchar algo diferente a lo que se les está diciendo en la iglesia, pues piensan que Dios si les va a hablar por medio de estos varones. Primero, si el pastor le está predicando que lo que está haciendo está mal, y esa persona no está de acuerdo y quiere ir y escuchar en boca de otro que este le diga lo contrario a lo que se está predicando en la iglesia, y ahí comienza escuchar a espíritus engañadores, quiero comentarles algo.
Hace uno años yo ya estaba queriendo regresar al camino del Señor después de andar un poco alejado de él. Obviamente no estoy viviendo donde antes vivía, por eso no regresé a la misma iglesia en la cual yo me congregaba. Estando acá en otra ciudad, llegué a esta iglesia donde estoy ahora, porque primeramente había estado en otra, pero no me pareció bien su forma de interpretar la palabra de Dios, y me fui a esta de la cual estoy hablando. En ese entonces el pastor estaba más nuevo, y había optado por llevar predicadores de vez en cuando, predicadores de otros lugares, incluso de otros países, de los cuales se decía que eran muy usados por el señor.
En esta ocasión llevó uno que se decía ser profeta (gracias a Dios que el pastor cambió su visión y hoy en día ya no opina igual), pero en ese entonces llevó este varón y comenzó a dar profecías a determinadas personas, en las cuales se encontraba una hermana que estaba embarazada, y se dirigió a ella específicamente, la señalo y le dijo: “hermana, dice el Señor que lo que llevas en tu vientre es un niño varón, este niño va a ser un gran hombre, un gran predicador, va viajar a las naciones, va a ser un evangelista internacional y a la vez un gran profeta”. La mujer alegremente comenzó a comprar ropita para niño varón, ni siquiera quiso hacerse un ultrasonido para verificar si era verdad, porque ella creía firmemente en la palabra de aquel llamado profeta. Lamentablemente cuando ella dio a luz lo que nació fue una niña. Toda la ropa que había comprado era para niño, y no se la pudo poner. En ese momento llorando, decepcionada y sin dinero para comprar ropita para niña, alguien que estaba con ella le regaló una sabanita y la envolvió y se la llevó.
Esa mujer hasta el día de hoy no quiere saber nada de Dios, por causa de un charlatán que llegó a decir que lo que estaba hablando era palabra de Dios, y sencillamente lo que estaba haciendo era probando si por casualidad lo que él decía se hacía realidad.
Si ustedes notan en el versículo 39 dice: “Salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda, de calabazas silvestres, y volvió y la corto en la olla del potaje, pues no sabía lo que era”. Vamos a simbolizar para descifrar está porción bíblica y hacer una similitud a nuestro entorno hoy en día.
En ese momento yo veo simbólicamente al varón de Dios en el pastor, él mando o trajo a un varón para que les diera alimento espiritual a los hermanos, que para mí simbolizan los hijos de los profetas. Este varón se paró en el altar, el cual decidió utilizar como una olla, en la cual desde ahí comenzó a dar el alimento que traía para el pueblo.
Note algo, dice la palabra que aquel varón fue a recoger y encontró una como parra montés, no era parra montés, pues esta era una fruta que se podía comer, y lo que él encontró no se podía comer, contenía veneno. Este varón comienza a predicar y llevó algo que parecía que tenía un parecido a la palabra de Dios, muchos se equivocaron creyendo que era palabra de Dios, pero realmente no lo era. No confundamos la palabra como parra montés, la palabra de Dios con palabras que aparentan ser de Dios. Automáticamente envenenó a muchos, ejemplo de ello es la mujer que se fue de la iglesia. Yo estaba en las últimas sillas puesto que estaba llegando de visita, y sentí que no era palabra de Dios, sentí que había veneno en esa olla, había muerte en esa palabra. Lo que estaba transmitiendo aquel varón no venía de parte de Dios. y no pude gritar y decirle al varón de Dios.
Hermanos, mucho cuidado con el tipo de alimento que estamos llevando a nuestro estómago espiritual, porque muchas veces nos estamos alimentando con veneno, están envenenando nuestra vida espiritual. Tenemos que pedirle a Dios el discernimiento de espíritu, para discernir si aquella palabra que nos están diciendo es realmente de Dios o es palabra de hombre, puesto que dice la palabra: “procura como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada”. La leche espiritual también simboliza la palabra de Dios y que sea sin adulterar, que no lleve palabra humana, que no lleve un discernimiento personal, que la persona que la está predicando no la esté sirviendo conforme a sus propósitos, conforme a lo que él cree de la palabra, pues tiene que ser interpretada conforme a lo que Dios quiere darnos a entender y no con revelación humana.
Mucho cuidado hermanos con qué te estás alimentando. Estás comiendo parra montés en medio de esta hambre de oír palabra de Dios o te están llevando algo parecido, lo cual simboliza lo que dice la palabra, que era como parra montés, algo similar, pero contenía veneno.
En esto pensad.
Dios les bendiga.