Tema: Vuelve a mirar
Cita: 1 Reyes 18:43
43 y le dijo a su siervo: —Mira hacia el mar. El siervo se acercó hasta donde podía ver el mar, pero respondió: —¡No veo nada! Elías le dijo que fuera de nuevo, y así lo hizo por siete veces.
Elías era un hombre de fé, era un hombre de oración, era un hombre que no solamente creía en Dios, él le creía a Dios.
Amado hermano, ya Dios le había dicho, ya Dios le había hablado diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo enviaré lluvia sobre la fas de la tierra.
RVR60 1 Reyes 18:1:
1 Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra.
El profeta Elías ya tenia la promesa de la lluvia, no obstante él sabía que tal promesa sería activada por medio de una oración ferviente.
El varón de Dios dijo: Un fuerte aguacero se escucha, pero no había señales de lluvia por ningún lado. Y creyendo a Dios, le dijo a su criado; Sube ahora y mira hacia el mar. Y la repuesta del criado fue tajante: No veo nada.
Cuantas veces te ha pasado, que estas orando por un milagro? Estas orando por un cambio en tu esposa, un cambio en tu esposo, un cambio en tu familia, un cambio en tu hijo, en tus finanzas, en tu salud, y cuando miras las sircunstancias ves al mismo borracho, la misma enfermedad, la misma sequía, la misma dificultad, el mismo vacío, el mismo problema, y es fácil que en ese momento tu fé tambalee, sin embargo la fé de Elías no dependía de lo que veía en el momento, él tenía una fuerte convicción, tenía muy claro que la fé es mirar lo invisible, es creer en lo que no puedes ver.
Muchas veces nosotros nos quedamos con el no veo nada, no nos mantenemos firmes con el vuelve a mirar.
Cuando el criado le dijo a Elías no veo nada, Elías no se desanimó, no se desalentó, no se dió por vencido, no se quedó con el no veo nada, no dijo que se haga la voluntad de Dios, como una forma de conformarse a lo que todavía no llegaba. Cuantas veces tu has dicho que se haga la voluntad de Dios, y obviamente lo has dicho porque hasta ahí llegó tu fé.
Dice la palabra que un hombre con lepra se arrodilló y suplicando le dijo a Jesús; Si quieres sanarme, Y Jesús le dijo: Si quiero, recibe la sanidad.
NTV'10 Marcos 1:40-41:
40 Un hombre con lepra se acercó, se arrodilló ante Jesús y le suplicó que lo sanara. —Si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio —dijo.
41 Movido a compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano!
Si tu te fijas la voluntad de Jesús no era que el hombre quedara con la enfermedad, no era que quedara con la lepra, su repuesta fue muy contundente; Quiero que seas sano, esto me indica que si nos humillamos y le pedimos de todo corazón creyendo recibiremos.
Elías no se quedó frustrado con lo que se veía en el momento, al contrario él se aferró a la palabra, y le dijo al criado: Vuelve otra vez, vuelve siete veces.
Así que si no ves nada todavía, vuelve a mirar, esa oración tiene que ser mas ferviente, no te desanimes, no te desalientes, dice la palabra que:
RVR60 Santiago 5:17-18:
17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
Ahí está la repuesta, en la oración con fervor, Elías no era un super hombre, no tenía poderes especiales, la palabra es clara cuando dice que era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y que significa eso? Significa que era un ser humano común y corriente igual que nosotros, pero era un hombre de oración, era un hombre de fé, era un hombre que le creía a Dios, y el cielo se abrió a su favor.
Tenemos que estar muy claros de algo. No significa que Dios no le haya escuchado la primera vez, no significa que Dios no podía hacer llover desde la primera vez que le dijo a su siervo que viera hacia el mar. Muchas veces Dios está probando nuestra fé, muchas veces Dios está viendo nuestra determinación, que tanto creemos en sus promesas.
Dios ya había prometido que llovería, pero que tan grande era la convicción de Elías con respecto a esa promesa?
Ahora bien, Jesús ya nos dió una promesa.
RVR60 S. Mateo 21:22:
22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Hermano amado, yo aprendí algo, y me costó mucho tiempo aprenderlo. En ocasiones Dios obra inmediatamente, pero en otras ocasiones en su soberanía Él obra a su tiempo, y nosotros lo único que tenemos que hacer es esperar el tiempo de Dios.
Elías tuvo que persistir seis veces en la fe, antes de que apareciera la señal. A veces Dios usa el tiempo de espera para profundizar nuestra fé.
Así que; Si ya oraste una y otra vez por algo, el profeta Elías te dice: Vuelve a mirar, vuelve a orar, vuelve a clamar. Gloria sea a Dios.
Después de ir una y otra vez, a la séptima vez el criado dijo: Veo una pequeña nube, como la palma de la mano de un hombre que sube del mar.
Aquí está la repuesta a la persistencia, la gran lluvia comenzó con una pequeña nube.
Nunca subestimes, nunca menosprecies las pequeñas señales, los pequeños cambios que están frente a tus ojos. Esos pequeños avances es una señal de que Dios está obrando, es una señal de que algo grande Dios hará.
Tampoco permitas que alguien con una visión pequeña minimice lo que Dios ya está haciendo a tu favor.
Elías miraba un fuerte aguacero, su criado no. El criado solo vió una pequeña nube insignificante, Elías vió el poder de Dios dando inicio en esa pequeña nube. En ella Vió la repuesta, vió el milagro, alabado sea Dios.
Si estás en la sequía del desánimo, en la sequía de la soledad, en la sequía de la enfermedad, en la sequía de la tristeza, en la sequía de la desesperanza, vuelve a orar, vuelve a creer, vuelve a mirar, tu repuesta está en camino, no te bajas del monte Carmelo, mantente en la cima, no pierdas la fé, dile a tu criado que vuelva una vez más, es muy probable que estés apunto de ver esa pequeña nube, la cual traerá un torrente de bendición.
Autor: PaúlTorres.